Final de Por amor a Gloria

Novela costumbrista que innovo en su forma y drama narrativo, quizás esto fue lo cautivo a los millones de televidentes que la seguían a diario. Una especie de novela rosa que arriesgo al apostarle a narrar una historia de amor en dos tiempos paralelos (Futuro – Pasado) que pudo significar que su historia y elementos no fueran entendidos con mucha facilidad.

A pesar de qué su trama narrativa era muy costumbrista, se podía notar que habían otros elementos que hacían la historia agradable y única, podemos destacar su tono cómico, la reflexión de los personajes frente a una cámara “Docu-novela”, emoción e identificación de algunos aspectos colombianos.

Cabe destacar las actuaciones de Gustavo Angarita Jr. (Boris Garrido) no le conocíamos esas capacidades histriónicas, también hay qué resaltar ha Silvia de Dios (Sol Amaya) cómo siempre esos papeles de villana te quedan excelentes y la revelación del elenco Andrés Parra (Lorenzo de la Pava) pícaro, cizañero, mitómano entre otras cosas que caracterizaron su personaje.

El libretista Jörg Hiller, se nota una madurez en sus libretos, pues en Mesa para tres logro hacer una novela diferente qué giraba entorno a la culinaria y amoríos de dos hermanos por una misma mujer, aunque cabe decir qué esta novela no fue un gran éxito pero logro mantener un gran caudal de público, actualmente Twentieth Television fox esta realizando su versión en ingles “Desire”, de algún modo tenía que ser alumno de Juana Uribe. Hubo una crítica en especial que le hizo responder, el crítico de T.V. Omar Rincón dijo “Para qué ver una novela que desde el primer capítulo se conoce el final”, a lo qué él respondió con categoría diciendo “En la novela Crónica de una muerte anunciada escrita por Gabriel García Márquez desde el primer capítulo se sabía quiénhabía sido el asesino, pero las personas necesitaban saber cómo se desarrollaría la historia.

El final, hay que decir qué pasó como en todas las novelas colombianas que no innovan en nada en los finales y resultan siendo muy predecibles. Los finales tan típicos siempre se tiran las buenas historias.